lunes, 10 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.22

Capítulo 22
"Mucho gusto, Jausdjashd"

Antes de que Burn complaciera la intriga de saber lo que había detrás de aquella puerta, la persona enmascarada le preguntó lo siguiente a Burn:

-¿Cómo has notado la actitud de aquella individua llamada Star? –preguntó la persona enmascarada.
-Uhmm, me parece bastante fresa y algo manipuladora –contestó Burn.
-Exactamente, pero ella no solía ser manipuladora, sus sentimientos le han alterado –respondió la persona enmascarada-. Así como a ella, los corazones pueden volverse egoístas, sin poder compartir aquello a lo que se entregan, se vuelven ciegos, por lo que no ven más allá de sí mismos, se vuelven fríos tras casi morir en sus adentros, una y otra vez. El principal objetivo de ella no es hacer aquellos proyectos, ni siquiera desterrar a los amigos de Darkcon, ella simplemente quiere a Darkcon sólo para ella, sin importar a quienes tenga que pisotear. Pero mira, no es necesario mirar por el cerrojo, alguien ha olvidado cerrar la puerta. ¿Puedes ver quienes están ahí?

Entonces, Burn asomó su curiosa mirada entre la abertura de la puerta y sus asombro fue mayor que la expresión que dio a conocer. Lo primero que observó Burn fue que esa era la habitación en donde había alucinado al llegar a la casa, aquella que imaginó hundida en llamas. Ahora la pudo observar mejor, no era demasiado diferente a aquella peculiar alucinación; había retratos, utensilios de comida y una que otra escultura, la cama era igual, con las mismas cortinas y sábanas de seda roja e inclusive había unas cadenas en el suelo sujetas a la cama; era demasiado curioso. Sobre la cama, observó a dos personas besándose y acariciando sus cuerpos, la una a la otra, eran Star y Neea.

En este acto de encuentro erótico, Star desnudaba a Neea de manera salvaje, agresiva, como queriendo desgarrarle hasta el alma. En caso contrario, Neea se veía algo apenada, pero sin demostrar en ningún sólo momento negación. Las chicas se escabulleron entre las sábanas, dejando a Burn ante la censura de las sedas carmesí.
-Vaya, esto no me lo esperaba –dijo Burn después de retirar la mirada de aquella escena-. Es algo extraño, Star no parece del tipo de personas salvajes.
-La primera impresión nunca se olvida, pero no hay que juzgar un libro por su portada- dijo la persona enmascarada-. Creo que ésto será su secreto, en realidad ellas fueron quienes les dieron más somníferos a los otros invitados, yo solo te desperté a ti.
-¿Para qué?, ¿por qué? –preguntaba Burn.
-Para que vieras esto y por diversión, tarde o temprano me entenderás -dijo la persona enmascarada.
-Ya que no me quieres decir tu nombre te llamaré Jausdjashd-dijo Burn.
-Ehmm, bueno, llámame Jausdjashd – respondió Jausdjashd con una cara algo confundida.
-¿Ellas están haciendo eso voluntariamente o las obligaste a hacerlo? –preguntó Burn.
-Yo no he intervenido, se han convertido en amantes voluntariamente en tan solo estas pocas horas que han pasado desde que ustedes cayeron dormidos. Star parece que se ha sido comprendida muy bien por Neea y viceversa. El corazón de Star ahora está más abierto, más satisfecho, y ese pequeño secreto mancha de culpa. Ese secreto, ese engaño, esa culpabilidad le dará la sensación de deberle algo a Darkcon, de haberle traicionado. Así que, gracias a esto ella querrá saldar esa deuda olvidando sus planes de desterrar a la gente de la vida de Darkcon –respondió Jausdjashd.

Mientras toda esta charla se daba lugar bajo los haces de luz que nacían de la habitación, el acto de amor concebido sobre la cama llegaba a su culminación. Movimientos de retorno, ruidos de aseo, risas vacilantes de pequeños actos lujuriosos, gemidos susurrantes de placeres satisfechos, pasos de sigilo que agudizaban el ambiente… Todos estos ruidos, provenientes de los adentros de la habitación, alertaron a Burn y a Jausdjashd. Definitivamente Star y Neea no querían que alguien se enterase de la situación, no era algo motivador esperar y descubrir que acciones impulsivas y desdichadas pudiese ejecutar Star. Rápidamente Jausdjashd se escabulló entre las sombras, dejando accidentalmente un pequeño trozo de seda que se le desgarró de su máscara, había sido rasgada por una madera desquebrajada en la pared, no muy pronunciada, pero lo suficiente para penetrar la fina tela que ondulante. Burn escuchó como antes de salir, Neea y Star planeaban lo que iban a realizar en seguida; Star dijo que iría a dormir había quedado bastante cansada, mientras que Neea planeaba regresar a custodiar aquellos que habían caído ante el profundo sueño.  Ayudada por su memoria, Burn decidió regresar al cuarto donde no muy lejos había despertado, no le fue difícil llegar, pero le fue imposible hacerlo silenciosamente. Neea siguió aquellos ruidos y corrió hasta alcanzar a Burn a la entrada de la habitación.

-¡Espera ¿Quién anda ahí?!- gritó Neea tratando de iluminar a Burn con la lámpara de gas que tenía en la mano.
-Ehmm soy yo –respondió Burn.
-¿Qué estabas haciendo corriendo por allá? –volvió a preguntar Neea mientras se acercaba a Burn, quien ya había parado de correr y permanecía quieta.  
-Sólo estiraba las piernas, fue una siesta incómoda –respondó Burn.
-La verdad no te creo –dijo Neea con una cara de decepción-. ¿Has visto todo verdad? ¿Lo que pasó en la habitación?
-Ehmm… la verdad… no todo -respondió Burn.
-Ahh, bueno, pareces alguien que sabe guardar secretos, te confesaré algo –dijo Neea.
-Si, como quieras –respondió Burn con cara de poco interés.
-No le digas esto a nadie, bueno, creo que eres de confianza –dijo Neea.
-¿Esa es tu confesión? –Interrumpió Burn-. Está bien, no le diré a nadie que crees que soy de confianza.
- No tonta, eso no es –dijo Neea-. Lo que te quiero confesar es que, el tiempo que durmieron todos, me puse a charlar con Star. Ella se sentía acomplejada y poco entendida. Y pues ella recurrió a mí para expresar todos sus sentimientos reprimidos. Ella buscaba más atención y la encontró en mí. Ella y yo nos comprendimos de maravilla, yo también necesitaba alguien en quien volcar mi represión generada por mi soledad. Star me confesó que no le interesaba realizar sus planes, y que si le seguía acompañando, no habría necesidad de deshacerse de nadie, me prometió arreglaría todo al amanecer para que todos quedáramos en paz.

Burn algo desesperada y aburrida de escuchar todas estas y más razones que Jausdjashd había deducido, le prometió que no diría nada del porqué del arrepentimiento de Star, haría lo posible para no arruinar la relación entre Star y Darkcon a cambio de que dejaran en paz a los habitantes de la casa. Seguido de esto Neea y Burn entraron a custodiar a los demás, quienes seguramente no despertarían hasta el amanecer, prácticamente quedaron solas Neea y Burn.

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