lunes, 17 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.15

Capítulo 15
"Mentes enfermas"

No lo podían creer, realmente se asustaron las niñas al ver lo que se encontraba en aquella esquina. Las niñas corrieron del susto y salieron de la habitación despavoridas. Burn salió para alcanzarlas y al hacerlo les preguntó intrigada: ¿Por qué corrieron, qué les asustó? Las niñas le contestaron que habían corrido de lo que estaba en la esquina al fondo del cuarto. Burn las hizo regresar porque quería saber qué era ese algo que las asustó, pues ella no había prestado atención a esa desconcertante esquina.
Al regresar a la habitación Burn dirigió su inocente mirada hacía la dichosa esquina vio a un hombre sentado en una silla metálica.

-¿Ese hombre con cara de pervertido les asustó? –preguntó Burn a las niñas.
- Es que abuelita, ¡Ese hombre es Butters! –exclamaron sorprendidas pero en voz baja las niñas.
- ¿Watefoc? –dijo Burn.
-Descuiden niñas, no puede moverse ese hombre –interrumpió Shadowns-. Ese tipo quedó en estado vegetal. No puede hablar ni moverse es como si estuviera muerto, ya no hace absolutamente nada. Pero dignme ¿Lo conocen?
-Si, ese tipo es malo –dijo Lexa-, un pervertido que un día nos compró como esclavas. Pero gracias a nuestro amigo Deadly, que en realidad nunca le dirijimos la palabra, pudimos escapar de él.

-Hmm, Deadly – dijo Shadowns pensativamente-. Pero que jodidamente pequeño es el mundo. Deadly es el otro chico que se encuentra viviendo en esta casa. La puerta de su habitación tiene una “L”. A él me lo encontré hace meses en uno de mis viajes. Les explicaré:
Yo me encontraba estudiando de ciudad en ciudad. En una de esas ciudades, yo caminaba y me encontré a Deadly abrazando a una chica mal herida. La chica parecía agonizante, pero Deadly no quería que muriera. Yo le ofrecí mi ayuda para mantenerla viva, advirtiéndole que no era nada seguro el éxito y que podría traer consecuencias. Él accedió. Una vez que se dispuso a todo le dije que sólo lo podía hacer en mi laboratorio, en el cual estamos ahora, ya que me encontraba de viaje de estudios y yo no era de esa ciudad. Le di una droga que mantuvo más tiempo viva, pero aún agonizando, a la chica. En ese estado la chica no resistiría viva más de un día ni con exceso de drogas, así que llegamos lo más rápido posible acá. Por cierto me traje el cadáver de ese chico Butters, me sería útil. El experimento no fue del todo un éxito y Deadly empezó a sufrir trastornos mentales, así que InfernalDragon le dio asilo en esta casa. Deadly ahora se la pasa todo el día encerrado y yo o estoy de viaje o estoy ocupado experimentando. Es por eso que casi nunca nos ven.
-Vaya –dijo Hina-, sí que es una enorme coincidencia.
-Tal vez si nos ve Deadly le ayude a recuperar su cordura –dijo Lexa.
-No lo sé –pensativamente dijo Shadowns-. Él es muy inestable emocionalmente y más ahora que acabo su medicamento.
-Habrá que intentarlo –dijo Hina.

Los cuatro se acercaron a la habitación de Deadly y tocaron a la puerta. A pesar de que nadie respondía a los llamados de la puerta las niñas insistían tocando. Burn empezó a notar que esos disonantes “tic-tac” le eran algo incómodos. Ya después de unos momentos Shadowns sacó una llave y abrió la puerta diciendo: “Tendremos que entrar forzosamente”. Al abrir la puerta los “tic-tac” se escuchaban más fuertes.
Entrando a la habitación notaron que el cuarto estaba lleno de varios relojes de péndulo malgastados. Estaba casi a obscuras, sólo había un par de velas que no alumbraban demasiado. En el fondo del cuarto había un par de personas, una a cada esquina, un hombre y una mujer. La chica parecía estar inmóvil. Shadowns tomó las velas del suelo y le dio una a Burn, quien estaba algo incomoda por el ruido de los relojes. Shadowns acercó la vela al hombre y Burn a la chica. Rápidamente Hina y Lexa reconocieron que el chico se trataba de Deadly y la chica era Karla. Hina se acercó a Shadowns y Lexa a Karla a preguntar sutilmente a ambos “¿Karla/Deadly estás bien, me recuerdas? Ninguno respondió y sólo quedó esquizofrénico sonido de los engranajes atormentando la paciencia de Burn. Las sombras escurridizas oscilaban con el temblar de las flamas nacientes de las velas, “tics” que golpeaban la quietud y “tacs” que apuñalaban la paciencia, era un escenario fabricado para desquiciar a Burn. Lexa y Hina no hacían caso a la atmosfera puesto que estaban concentradas pensando en Deadly y Karla. Shadowns, por su parte, ya estaba más que acostumbrado a esos agudos y contrapuntados sonidos.

Después de varios segundos que para Burn fueron horas, Deadly empezó a convulsionar sus manos y mover su cabeza desesperadamente a lo que acontecieron los siguientes diálogos.

-¡Dejenla en paz!, ella no está, me abandonó… ¡Pero yo nunca la dejaré! –expresó Deadly variando de gritos a susurros su voz.
- ¿Pero Deadly no te acuerdas de mí? –preguntó Hina
- ¡No me importa! Ya estoy muerto pero sigo pensando para ella –exclamaba con tonos paranicos Deadly.
-Karla no responderá, ella quedó en un estado de amnesia perpetua o algo así –explicó Shadowns-. No tiene caso que le hablen, ni siquiera recuerda como hablar, sólo mantiene sus instintos naturales de supervivencia. Deadly tampoco parece esperanzarse en reconocerlas.
-¡Coño! Dejen de moverse –gritó repentinamente Burn-, ¡Follemos!
-¿Abuelita qué te pasa? –preguntó Lexa.
-No lo sé Lexa, este lugar me está desesperando –respondió Burn.

Todo le empezaba a marear a Burn, ni siquiera se podía orientar ya que la puerta donde entraron se había cerrado, y la luz que generaban las velas apenas servía para una mínima porción de espacio. Burn empezó a exasperarse y ya no sabía si lo que veía era real o no. Deadly empezaba a ponerse violento, empujando muebles y tirando relojes. Karla gimiendo como queriendo llorar o suplicando que la matasen. Hina y Lexa suplicando con voz ahogada en llanto que las recordasen. Shadowns empezó a entrar en pánico al no saber que hacer. 

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