sábado, 1 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.34


Capítulo 34
"V: Voluntad de venganza"

El inesperado evento dejó perpleja a Burn, no por el peligro, no por el desastre, tampoco porque era probable que presenciara el asesinato de Xym, si no por la incertidumbre de la dramática historia de Vomar y Juliette que Xym no pude terminar de contar; le dejó punzando la curiosidad.
-Maldición, adefesio del coño, sólo vienes a interrumpir la novela mexicana que me estaban contando, ¿cómo se supone que podré dormir sin saber el final?
-¡Cállate puta! No ves que las voy a matar, a ti y a esta tipa –dijo furiosa la jinete-. Me gusta que griten y giman mientras mueren, pero no que me estén jodiendo antes de matarlas.
-A mí no me gustan las fresas que se creen muy malotas por montar un caballo y ladrar que vienen a matar –le contestó Burn.
-Jajaja, ¿crees que sólo fanfarroneo? ¿Y aparte de todo crees que soy fresa?
-Pues mira que has entendido muy bien, ¿Por qué  no te vas a limpiar alguna cocina y a lavar platos?
-¿Quién eres tú y por qué nos atacas? – preguntó Xym agregándose a la conversación.
-Joder, como hay gentuza molesta, ¿Ahora sí no sabes quién soy? Déjame decirte que soy nada más y nada menos que la bellísima Hade.
-Me parece familiar el nombre, pero no estoy segura quién seas –dijo Xym tratando de recordar.
-¡Qué! ¿Ahora resulta que no te acuerdas de mí? Sí claro, primero engañas a la gente y luego la usas para tus propósitos –reclamó Hade.
-La verdad no sé de qué me estás hablando, ¿segura que sabes quién soy? – le preguntó Xym a Hade.
-Por supuesto que sé quién eres. Bueno ya cállate maldita sea, sólo me haces perder el tiempo. No importa si no me recuerdas, yo sí te recuerdo y por tu culpa me quedé sola –dijo Hade mientras se acercaba nuevamente a Xym.
-¿Y yo qué? ¿Joder estoy pintada? –dijo una voz que salía de entre los árboles.
Esta voz interrumpió a Hade, mientras la dueña de dicha voz se acercaba. A este momento las llamas que se habían encendido entre las tumbas, separando a Xym y a Burn ya se habían extinguido, las pocas hojas secas habían terminado de consumirse y alrededor de las lápidas de piedra no había más que avivara el fuego; las llamas no habían alcanzado al árbol cercano.
-Por supuesto que no, linda hermana, claro, no tan hermosa como yo –dijo Hade a la chica que se acercaba-. Vicky, ayúdame a matar a estas dos tipejas; ya se lo tienen bien merecido.
-Joder, ya tardaste mucho, y por si fuera poco te entretienes hablando conmigo –dijo Vicky mientras sujetaba un cuchillo-. ¡Ya mátalas!
-Tranquila, que luego no se disfruta la cosa.
En ese momento, Burn reconoció al caballo en el cual estaba montada Hade; era nada más y nada menos que su antiguo caballo, JK. Era sorprendente la coincidencia, aquellas tipas, Vicky y Hade, habían tomado al caballo herido y llevarlo para sanarlo y usarlo para montar. Para comprobar si era Jk, Burn hizo un particular llamado, uno que siempre usaba para llamar a Jk y hacerla saltar de emoción. Se quedarán con la curiosidad los lectores, pues aquél llamado no será descrito esta ocasión.
Al escuchar la voz de Burn llamándole, Jk majestuosamente se paró en dos patas y relinchó de una forma tan graciosa y particular, que el relinchido parecía decir “Burn”, repitiendo la u de forma muy acorde a los relinchidos. Esto fue tan repentino que Hade no tuvo tiempo ni para voltear desde que escuchó gritar a Burn. Hade cayó sin poder sostenerse, tirando su bolsa de calabazas rellenas de combustible; las cuales, se incendiaron una tras otra al caer al suelo después de que la calabaza encendida las hiciera encenderse. Era el nacimiento de una hoguera, sedienta de vidas para nutrir sus llamas infernales; la luz blanca de la Luna llena fue opacada por la incandescente luz anaranjada de la hoguera.

-¡Maldita Puta! –le gritó Hade a Burn mientras se ponía de pie-. ¿Y tú qué coño haces caballo inútil?
-Hade, ¿estás bien? –preguntó Vicky.
-Sí, coño, mataré a estas zorras con mis propias manos- respondió Hade mientras sacaba un cuchillo.
-Bueno, tú encárgate de la amiga del caballo, yo me encargo de la otra.
Hade rápidamente atacó a Burn, pero fue un intento fallido. Jk se alejó de la contienda, quizá por el fuego que estaba cerca; Burn trataba de seguir a k y Hade a Burn. A unos metros, la hermana de Hade, Vicky, velozmente corrió con el cuchillo en mano hacia donde se encontraba Xym, a un lado de la tumba de Juliette, pero fue interceptada, de entre los árboles apareció una persona y se paró frente a Vicky, impidiéndole el paso. Jahskdla, la persona enmascarada era quien se había cruzado en el camino. Vicky, a pesar de la furia y sed de venganza que tenía, no atacó a la persona enmascarada.
-Hola Vickaren –dijo la persona enmascarada con voz amistosa.
-¿Qué haces tú aquí? –preguntó Vicky a la persona enmascarada-. Sabes que no deberías estar aquí; por tu bien. Ah, por cierto, te dije que no me llamaras así, sólo dime Vicky.
-¿Desde cuándo tan preocupada? Bueno, qué importa, desde hace días que me han dado ganas de divertirme –respondió la persona enmascarada.
-Sí, ya que importa si ya estás aquí. Ahora, déjame pasar que necesito matar a esa zorra.
-¿Eh? ¿A quién? Yo no veo a nadie.
-¿Qué? ¿A dónde coño se fue? ¡¡¡Ah!!! Maldita sea, ya la mataremos después.
-Por su culpa se fue, ¡salvó a la perra! –gritó Hade desde donde se encontraba con Burn mientras se dirigía hacia Vicky y a la persona enmascarada.
Pocos segundos de que Hade dejara a Burn para ir a atacar a la persona enmascarada, Burn logró alcanzar a Jk, montándole en seguida. Hade, quien no controlaba su iracundia atacó por la espalda a la persona enmascarada. Vicky, le gritaba a Hade que se detuviera, pero viendo que definitivamente no se detendría, actuó repentinamente para detener la mano de Hade con su propias manos. Las manos de Vicky lograron detener el cuchillo de Hade, pero pagando el precio de ser atravesadas por el mismo; el cuchillo atravesó las dos palmas de Vicky.

-Hermana estúpida, no debiste atravesarte –replicó Hade.
-Cállate, maldita insensible, sabes que no tiene la culpa –dijo Vicky mientras derramaba su sangre en los hombres de quien salvó, quien apenas pudo voltear para ver a la agresora perforar las manos de Vicky.
-¿Matarías a tu propia hermana sólo por seguir tus cegados impulsos? Me das asco, no sabes el porqué haces las cosas –dijo la persona enmascarada a Hade.
-¡Coño, dejen de pelear!-gritó Vicky
Y como ignorando a Vicky, Hade desgarró de nuevo sus manos para poder atacar a la persona enmascarada nuevamente, quien, al ver esto, inmediatamente  pateó a Hade en el estómago. Hade cayó y su cuchillo salió volando en dirección a la hoguera. La persona enmascarada auxilió a Vicky mientras Hade se levantó lo más rápidamente que pudo para tomar nuevamente el cuchillo; en cuanto lo tomó, Burn montada en Jk la embistió. Hade logró rasgar a Jk en tan espontáneo movimiento, pero el tremendo impacto que recibió la empujó y la hizo caer nuevamente, esta vez en la hoguera. Jk se alteró por la herida hecha por Hade, la cual no era muy seria pero aún así logró sacarla de quicio, esto ocasionó que sus descontrolados movimientos   hicieran caer a Burn, a unos metros de distancia de la hoguera.
Burn logró levantarse prontamente para alcanzar ver a Jk adentrarse en el bosque hasta que la perdió de vista; a su vez, pudo ver a Hade levantándose de entra las llamas de la hoguera, ardiendo, calcinándose por las aún excitadas llamas anaranjadas. Los gritos de Hade eran desquiciantes, eran tan penetrantes que podían hacerte sentir su dolor y su ira. Corriendo lo más rápido que podía Hade trató de alcanzar a Burn, pero no pudo, ya que a los pocos segundos el calor infernal de las llamas le hizo explotar sus ojos, sus músculos se consumían y sus fuerzas se hacían polvo; no paraba de gritar: “¡Los mataré a todos, incluyéndote a ti hermana traidora!”. Claro era poco entendible, ya que su garganta literalmente estaba ardiendo. Esos fueron sus últimos gritos. Hade se desplomó en la tierra seca, su sed de venganza le hizo olvidar que había un lago cerca que le pudo salvar la vida, pero ahora, vuelve a ser polvo.

Burn presenció con excitado interés la última agonía de Hade, tanto interés, que no se percató el momento en que Vicky y la persona enmascarada se habían marchado del lugar. Un poco confundida comenzó a buscar alrededor, por sí veía algún rastro, una pista que le ayudara a seguirlas, y así fue, notó el descuidado rastro de sangre que Vicky había dejado, la sangre que emanaba de sus perforadas manos. Antes de seguir el rastro, tomó el cuchillo que había soltado Hade. Tardó poco tiempo observando lo hermoso que se consumían las últimas llamas de la hoguera, dejando nuevamente dominar a la plateada emanación luminosa de la Luna. Era bello ese manto de plata abrigando al carbonizado cadáver de Hade, el manto estelar renaciendo desde la tierra a través del lago; pero nuevamente vio la sangre en el suelo y recordó que debía seguirlo. Ya en su empresa, Burn corría con energía hasta adentrarse en la densidad del bosque, y, a los pocos metros se topó con otra figura más, un caballo con un jinete; los árboles obstruían la luz; la silueta era irreconocible.

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