martes, 4 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.28


Capítulo 28
"Función a las almas muertas"

Con la impotencia del infortunio del acorralamiento carcomiendo su satisfacción de encontrar a Hina; Burn, Shadowns, Lexa y Misa se limitaron a seguir los mandatos de Pibechorro y WeeGee, quienes sorprendentemente no buscaban asesinarlos en ese instante, más bien, ellos eran encargados de llevarlos a todos a la sala de teatro a ver la dichosa función de Jhalioc. Con pasos forzados todos siguieron por las escaleras, llegando a la habitación que veían entre las paredes de madera en el pasillo discreto. La habitación era el final del pasillo principal, aquel que conectaba la entrada con todas las habitaciones. También tenía otras escaleras que, por lo que se podría apreciar, llevaban a un segundo piso con más habitaciones para pequeños presos, no era un pequeño grupo niños y preadolescentes los que estaban privados de su libertad, eran decenas. Como ovejas dependientes siguiendo a un provechoso pastor, decenas de niños de no más de 15 años, con caras confusas y otros con la mirada más que vacía, eran guiados por las chica aquella a órdenes de Jhalioc, Eileen, bajaron por las escaleras, y como un fila de hormigas dispuestas a entregar todo su esfuerzo como tributo a la colonia, ordenadamente y sin tormentos entraron a la puerta central de la habitación, cuyos pasos siguieron Burn y compañía por mandatos de sus captores.
Obvio e inesperado, ahora todos estaban en un gran salón de teatro, donde fueron obligados a tomar asiento bajo colosales candelabros y frente a un espectacular escenario, con alguno que otro detalle que podría ocultar cualquier sorpresa. Una vez que todos obligadamente tomaron la comodidad de un asiento para disfrutar de la tan mencionada función de Jhalioc, el silencio ansioso tomó papel en el escenario, dando preámbulo a la siniestra voz que a buen eco se anunciaba, desde lo alto del escenario y bajo uno enormes mecanismos adheridos al techo:
-Presenciad con ánimo dispuesto y con humilde voluntad esta buena función que con mucho empeño les traigo para deleitar sus sentidos.
Seguido de esto, apareció en lo más alto del escenario aquel hombre que abofeteó a Eileen, debía ser Jhalioc. En su aparición llevó consigo dos cuerpos que de entre sus extremidades llevaban hilos bastante resistentes que los unían con las maquinarias flotantes. Con sutileza dejó caer el primer cuerpo: un niño disfrazado de conejo, se veía demasiado real para ser una marioneta común y corriente, aunque no conservaba aspecto saludable; El segundo cuerpo, de igual manera, lentamente descendía hasta el escenario, revelándose como una niña notoriamente demacrada, piel pálida y con un ternura lúgubre; definitivamente las marionetas eran cadáveres. Una vez puestas en escena, Jhalioc empezó a manipularlas mediante los mecanismos del techo, otorgándoles el don del movimiento, pero a su voluntad… Con los primeros movimientos la función comenzó:

“He aquí la divertida historia de Lenore y Rabito, quienes llevaron más allá su diversión por el bosque  y aprendieron mucho sobre la vida y la muerte, empezaron a divertirse como nunca”
Los movimientos fríos se acompañaban por ruidos discordantes y con música contrapuntada de orígenes desconocidos que divergía de lúgubre a psicodélica. Coloridos cristales colgantes oscilaban en el techo, generando danzantes luciérnagas cromáticas que bailaban por toda la habitación estimulando la visión de todos los presentes. Risas frenéticas, voces siniestras, un teatro sin sentido, actuaciones maquiavélicas, todo lleno de mensajes subliminales que se aprovechaban de las almas dopadas de toda la inocente audiencia.
-¡Oh por Lucifer! –Exclamó Shadowns-. ¿Qué clase de función es esta? Esto parece un lavado de cerebro para estas jóvenes vidas.
-Míralos a todos –dijo Burn-, salivando y con los pensamientos en blanco, Hina despertó para hipnotizarse, Misa y Lexa están empezando a desvariar.
-Demonios, esos tipos aún nos vigilan con sus armas.
-Abuelita tengo nauseas y… no sé que iba a decir – dijo Lexa con voz cansada y con falta de ánimo.
-Rayos debemos detener esto, ya Lexa está siendo afectada y esos hijos del marrano no dejan de vigilarnos –Decía Shadowns.
De pronto, entre todo este estimulante ambiente, Burn tuvo un mal presentimiento y volteando hacia atrás, se dio cuenta que un niño estaba a punto de apuñalarlo, inmediatamente lo reconoció, era Michi, obviamente buscaba venganza. Sin mucho tiempo para reaccionar, Burn no alcanzó a esquivar por completo la puñalada, le alcanzó rasgar su hombro. Al ver esto, Pibechorro llegó para intervenir y dijo con su distinguida voz poco entendible y con el revólver en mano:
-Hijos de mil putas, no interrumpan, dejen sus mariconadas para cuando estén a solas, joder, que zorras, les partiré el culo.
-¡Cálmense de una vez putas mexicanas homosexuales, obedezcan a WeeGee! – gritó WeeGee en cuanto llegó también a donde se acontecía la querella con una hacha en las manos.
-Lleven a esa mierda a su jaula –dijo Burn.
-¡Puta con senos de calcetín, maldita te mataré! –le gritaba Michi a Burn con desespero.
La sed vengativa de Gato lo motivo a retar la supuesta autoridad que tenía Pibechorro, de manera que intentó arrebatarle el revólver a éste y usarlo para vengarse de Burn; sin embargo, no tuvo la suficiente fuerza ni velocidad para hacerse con el arma provocando que se disputaran a forcejeos. Debido a éste altercado, accidentalmente dispararon hacía lo alto del escenario, acertando contra la pierna derecha de Jhalioc. La herida fue tal, que doblegó a Jhalioc y el dolor lo ahogó en un grito, acompañado de un estrujamiento a los hilos con sus manos, enredándolas un poco en sus antebrazos.

WeeGee no soportó tal acto de estupidez, así que rápidamente levantó su hacha para tomar impulso y dar un certero corte en las manos de Michi y de Pibechorro, una mano de cada uno, provocando que el arma cayera debajo de los asientos.
-Mierda, primero me disparan y luego se matan entre ustedes, vaya genialidad la suya –dijo Jhalioc desde lo alto.
-¡Puto traidor hijo de remilputas! -Reclamaba Pibechorro a WeeGee.
- Pato pato pato pato pato pato pato pato pato pato – gritaba desenfrenadamente Michi hasta que a los pocos segundos perdió la consciencia por toda la sangre que esa noche había perdido.
- Mierda, mataron a Michi, uno de mis más queridos hijos, pervertido y versatil.
 -Querrás decir “Uno de tus más valiosos esclavos sexuales” – dijo la voz de la persona enmascarada, quien apareció repentinamente al lado de Jhalioc. 
-¿Quién coño eres tú? ¿Viniste por sexo? –Le preguntó Jhalioc a la persona enmascarada.
Entre tal sorpesa, Shadwons aprovechó para arrebatarle el hacha a WeeGee, pero su debilidad en su mano herida le dificultó esa labor, discutiendo mientras ambos sostenían el hacha con sus manos.
-Quita tus asquerosas manos de mi hacha, negra mexicana –dijo WeeGee a Shadowns.
-Lástima, no soy negra mexicana, creo que no te refieres a mí –dijo Shadowns.
-Espera un momento… Yo te he visto antes, eres quien pretendía salvar a una de las niñas que tenemos aquí. Sí, ya lo recuerdo bien, yo te golpee en la cabeza y caíste desmayado en el columpio.
-¡Hijo de Lucifer! Fuiste tú, cobarde lame  hocico de marranos. Pagarás por eso.

Simultáneamente, floreció un ambiente hostil y, pareciendo una lucha por supervivencia, las disputas se tornaron más personales. Cada quien con su cada cual, despreocupándose de los demás. Al verse interrumpida la lucidez de las marionetas cadavéricas, las jóvenes almas que hacían de audiencia, desviaron los procesos mentales de lavado de cerebro a un shock esquizofrénico, algo les faltaba en su rutina, les faltaba el impulso hacía el vacío del sopor para su alma martirizada. ¿Qué pasa cuando un niño pierde aquello que lo distrae del dolor? Es fácil, empieza a recordar su sufrimiento…

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