Capítulo
28
"Función
a las almas muertas"
Con
la impotencia del infortunio del acorralamiento carcomiendo su satisfacción de
encontrar a Hina; Burn, Shadowns, Lexa y Misa se limitaron a seguir los
mandatos de Pibechorro y WeeGee, quienes sorprendentemente no buscaban
asesinarlos en ese instante, más bien, ellos eran encargados de llevarlos a
todos a la sala de teatro a ver la dichosa función de Jhalioc. Con pasos
forzados todos siguieron por las escaleras, llegando a la habitación que veían
entre las paredes de madera en el pasillo discreto. La habitación era el final
del pasillo principal, aquel que conectaba la entrada con todas las
habitaciones. También tenía otras escaleras que, por lo que se podría apreciar,
llevaban a un segundo piso con más habitaciones para pequeños presos, no era un
pequeño grupo niños y preadolescentes los que estaban privados de su libertad,
eran decenas. Como ovejas dependientes siguiendo a un provechoso pastor,
decenas de niños de no más de 15 años, con caras confusas y otros con la mirada
más que vacía, eran guiados por las chica aquella a órdenes de Jhalioc, Eileen,
bajaron por las escaleras, y como un fila de hormigas dispuestas a entregar
todo su esfuerzo como tributo a la colonia, ordenadamente y sin tormentos
entraron a la puerta central de la habitación, cuyos pasos siguieron Burn y
compañía por mandatos de sus captores.
Obvio
e inesperado, ahora todos estaban en un gran salón de teatro, donde fueron
obligados a tomar asiento bajo colosales candelabros y frente a un espectacular
escenario, con alguno que otro detalle que podría ocultar cualquier sorpresa.
Una vez que todos obligadamente tomaron la comodidad de un asiento para
disfrutar de la tan mencionada función de Jhalioc, el silencio ansioso tomó
papel en el escenario, dando preámbulo a la siniestra voz que a buen eco se
anunciaba, desde lo alto del escenario y bajo uno enormes mecanismos adheridos
al techo:
-Presenciad
con ánimo dispuesto y con humilde voluntad esta buena función que con mucho
empeño les traigo para deleitar sus sentidos.
Seguido
de esto, apareció en lo más alto del escenario aquel hombre que abofeteó a
Eileen, debía ser Jhalioc. En su aparición llevó consigo dos cuerpos que de
entre sus extremidades llevaban hilos bastante resistentes que los unían con
las maquinarias flotantes. Con sutileza dejó caer el primer cuerpo: un niño disfrazado
de conejo, se veía demasiado real para ser una marioneta común y corriente,
aunque no conservaba aspecto saludable; El segundo cuerpo, de igual manera,
lentamente descendía hasta el escenario, revelándose como una niña notoriamente
demacrada, piel pálida y con un ternura lúgubre; definitivamente las marionetas
eran cadáveres. Una vez puestas en escena, Jhalioc empezó a manipularlas
mediante los mecanismos del techo, otorgándoles el don del movimiento, pero a
su voluntad… Con los primeros movimientos la función comenzó:
“He
aquí la divertida historia de Lenore y Rabito, quienes llevaron más allá su
diversión por el bosque y aprendieron
mucho sobre la vida y la muerte, empezaron a divertirse como nunca”
Los
movimientos fríos se acompañaban por ruidos discordantes y con música
contrapuntada de orígenes desconocidos que divergía de lúgubre a psicodélica.
Coloridos cristales colgantes oscilaban en el techo, generando danzantes
luciérnagas cromáticas que bailaban por toda la habitación estimulando la visión
de todos los presentes. Risas frenéticas, voces siniestras, un teatro sin
sentido, actuaciones maquiavélicas, todo lleno de mensajes subliminales que se
aprovechaban de las almas dopadas de toda la inocente audiencia.
-¡Oh
por Lucifer! –Exclamó Shadowns-. ¿Qué clase de función es esta? Esto parece un lavado
de cerebro para estas jóvenes vidas.
-Míralos
a todos –dijo Burn-, salivando y con los pensamientos en blanco, Hina despertó
para hipnotizarse, Misa y Lexa están empezando a desvariar.
-Demonios,
esos tipos aún nos vigilan con sus armas.
-Abuelita
tengo nauseas y… no sé que iba a decir – dijo Lexa con voz cansada y con falta
de ánimo.
-Rayos
debemos detener esto, ya Lexa está siendo afectada y esos hijos del marrano no
dejan de vigilarnos –Decía Shadowns.
De
pronto, entre todo este estimulante ambiente, Burn tuvo un mal presentimiento y
volteando hacia atrás, se dio cuenta que un niño estaba a punto de apuñalarlo,
inmediatamente lo reconoció, era Michi, obviamente buscaba venganza. Sin mucho
tiempo para reaccionar, Burn no alcanzó a esquivar por completo la puñalada, le
alcanzó rasgar su hombro. Al ver esto, Pibechorro llegó para intervenir y dijo
con su distinguida voz poco entendible y con el revólver en mano:
-Hijos
de mil putas, no interrumpan, dejen sus mariconadas para cuando estén a solas,
joder, que zorras, les partiré el culo.
-¡Cálmense
de una vez putas mexicanas homosexuales, obedezcan a WeeGee! – gritó WeeGee en
cuanto llegó también a donde se acontecía la querella con una hacha en las manos.
-Lleven
a esa mierda a su jaula –dijo Burn.
-¡Puta
con senos de calcetín, maldita te mataré! –le gritaba Michi a Burn con
desespero.
La
sed vengativa de Gato lo motivo a retar la supuesta autoridad que tenía
Pibechorro, de manera que intentó arrebatarle el revólver a éste y usarlo para
vengarse de Burn; sin embargo, no tuvo la suficiente fuerza ni velocidad para
hacerse con el arma provocando que se disputaran a forcejeos. Debido a éste
altercado, accidentalmente dispararon hacía lo alto del escenario, acertando
contra la pierna derecha de Jhalioc. La herida fue tal, que doblegó a Jhalioc y
el dolor lo ahogó en un grito, acompañado de un estrujamiento a los hilos con
sus manos, enredándolas un poco en sus antebrazos.
WeeGee
no soportó tal acto de estupidez, así que rápidamente levantó su hacha para
tomar impulso y dar un certero corte en las manos de Michi y de Pibechorro, una
mano de cada uno, provocando que el arma cayera debajo de los asientos.
-Mierda,
primero me disparan y luego se matan entre ustedes, vaya genialidad la suya
–dijo Jhalioc desde lo alto.
-¡Puto
traidor hijo de remilputas! -Reclamaba Pibechorro a WeeGee.
-
Pato pato pato pato pato pato pato pato pato pato – gritaba desenfrenadamente
Michi hasta que a los pocos segundos perdió la consciencia por toda la sangre
que esa noche había perdido.
-
Mierda, mataron a Michi, uno de mis más queridos hijos, pervertido y versatil.
-Querrás decir “Uno de tus más valiosos
esclavos sexuales” – dijo la voz de la persona enmascarada, quien apareció
repentinamente al lado de Jhalioc.
-¿Quién
coño eres tú? ¿Viniste por sexo? –Le preguntó Jhalioc a la persona enmascarada.
Entre
tal sorpesa, Shadwons aprovechó para arrebatarle el hacha a WeeGee, pero su
debilidad en su mano herida le dificultó esa labor, discutiendo mientras ambos
sostenían el hacha con sus manos.
-Quita
tus asquerosas manos de mi hacha, negra mexicana –dijo WeeGee a Shadowns.
-Lástima,
no soy negra mexicana, creo que no te refieres a mí –dijo Shadowns.
-Espera
un momento… Yo te he visto antes, eres quien pretendía salvar a una de las
niñas que tenemos aquí. Sí, ya lo recuerdo bien, yo te golpee en la cabeza y
caíste desmayado en el columpio.
-¡Hijo
de Lucifer! Fuiste tú, cobarde lame
hocico de marranos. Pagarás por eso.
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