miércoles, 5 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.27


Capítulo 27
"Un peculiar rescate"

Grito agonizante nació de las fauces de Shadowns al recibir tal injuria nuevamente en su ya malherido brazo. Aprovechando tal desconcierto de Shadowns, Michi logró liberarse de sus manos pero torpemente tropezó con una prenda que Eileen había dejado. Tal descuida fue aprovechado por Burn, quien instintivamente se había generado un odio hacia Michi, así que dejando de desatar a Lexa usó su cuchillo para apuñalar uno de los pies del caído. Con reclamo y desenfreno  Michi  exclamaba “¡Jodida perra!”, con obvio reclamo hacia a Burn, y, por consiguiente, ella le apuñaló la otra pierna. Tras insulto le seguía una apuñalada hasta terminar Michi con 3 cuchilladas en cada pierna. Si no fue su razón lo que le hizo dejar de insultarla, fue el desquiciamiento que le provocó el dolor de tales heridas, que, a su vez le hizo gritar entre sí mismo una y otra vez “Pato”. Pato pato pato pato pato… Gritaba Michi sin cesar, retorciéndose y refugiándose  en su mente del dolor. Burn al ver que ya no tenía sentido mantener su atención en Michi, regresó a terminar de desatar a Lexa.
Misa, entró a la habitación diciendo “Déjense de tanto escándalo weones que ahí viene Jairo con su amigo”. Escabulléndose los cuatro por donde Eileen se había escapado, dejaron a Michi y alcanzaron a escuchar la reacción de pánico de Beavis y Jairo, por suerte cerraron la puerta de escape, la cual parecía ser secreta, puesto que cerrada disimulaba muy bien su existencia. Caminaron por un pasillo, el cual era atravesado por pequeños haces de luz nacientes de los huecos de la madera desgastada del pasadizo. El pasillo era largo y obscuro, pero se apreciaba claramente que la pared tenía puertas, un acceso sutil hacia las habitaciones del orfanato. Mientras recorrían el pasillo escuchaban risas sollozadas, frenéticas y desorientadas, provenientes de las habitaciones. Más de una vez la curiosidad y preocupación les hizo asomarse en alguna de esas habitaciones con la esperanza de encontrar a Hina, pero fue en vano, sólo vieron algunos niños dopados, inconscientes y sin voluntad, niños llorando con desquicio, otros desesperados, como drogadictos atormentados por la ansiedad de una nueva satisfacción, ninguno pudo dar respuesta a las preguntas que Shadowns o alguien más hacía. 

Después de pasar por tres o cuatro habitaciones, llegaron al segmento final del pasillo, en el cual, no tenía más puertas de habitación salvo la que se encontraba al final. La madera tenía muy pequeños agujeros, por los ellos se podía apreciar un salón con escalones para llegar al segundo piso; había dos personas. Una de las personas era la chica llamada Eileen y la otra era un hombre. Éste, le abofeteó el rostro a Eileen mientras le gritaba:
“¡Y esta vez no quiero ninguna escusa gusana estúpida! Cuando esté todo hecho ve avísame a la sala de teatro, allí estaré dándoles una pequeña función a mis pequeños”.
 En acto seguido, llegó con Eileen un hombre de apariencia demasiado similar al individuo de los cereales en la alucinación que tuvo Burn al llegar a la casa. El hombre que abofeteó a Eileen, le dio órdenes de ayudarle a Eileen a encontrar y capturar a los intrusos y después se retiró.
-Miren, esta parece otra puerta secreta –dijo Misa señalando un tramo de la pared al extremo del pasillo.
-Baja la voz Misa, podrían oírnos. Seguramente por ahí fue que salió esa chica llamada Eileen –dijo Shadowns-.
-Podemos salir a ese salón o podemos ir por la puerta al al final del pasillo –dijo Lexa.
-Opino que matemos a esa fresa si no nos dice dónde está Hina –dijo Burn.
-No nos apresuremos -sugirió Shadowns-, tal vez ni siquiera sepa quién es Hina, hay muchos niños y preadolescentes. Además, ese otro hombre no sabemos qué tan peligros es, puede tener un arma.
-Entonces sigamos por aquí –dijo Misa mientras abría la puerta al final del pasillo.
Tras la puerta, había escalones estos descendían a lo que parecía un sótano, en el se podía apreciar varios instrumentos médicos como jeringas, frascos, bisturís, vendajes… Parecía un laboratorio médico bastante insalubre. Una triste figura con una niña en brazos se observaba al centro del laboratorio, entre sillas y un par niños inconscientes. A contra luz de un incandescentes velas, poco a poco la triste silueta se acercó a la poca luz de Luna que sutilmente se deslizaba por una pequeña ventana ubicada en la pared y junto al techo. Primero se alumbró la niña en brazos, inquietante fue la claridad que la Luna brindó para revelar que aquella niña inconsciente en los brazos la otra persona era Hina. Dos pasos más bastaron para que la luz diera a conocer que quien llevaba en brazos a Hina era una persona enmascarada; definitivamente la misma que solía acosar a Burn, esta vez su atuendo era menos llamativo y su máscara parecía hecha de papel blanco, con manchas de varios colores, como un arte fugaz de un infante de 3 años.

-¿Quién demonios eres y qué le has hecho a Hina? –preguntó Shadowns con enfado.
- Relájate, yo no le hice nada, al contrario, me preocupo por su bienestar –respondió la persona enmascarada-. Mi intención no es tener conflicto con ustedes.
- ¿Cómo sabes que se llama Hina? -preguntó Misa inquietamente.
- Pues , lo supongo, él acaba de llamar así a esta niña.
- Ah, sí, tienes razón.
-Definitivamente eres tú de nuevo juaelagha dijo Burn.
-¿Se conocen? – Preguntaron Lexa, Misa y Shadowns.
-¿Ya me cambiaste el nombre? Pensé que era Jausdjashd –dijo la persona enmascarada.
-Ah, lo había olvidado, como sea mejor te llamaré Nahtg, dinos por qué viniste y cómo podemos salir de aquí- dijo Burn de forma exigente.
-De acuerdo, es un nombre más corto, seré Nahtg. Vine aquí porque te seguí un poco, y, al igual que ustedes, para buscar a alguien, pero ya no tiene caso que yo busqué más. Buscando me encontré a esta niña justo cuando estaba siendo dopada, alcancé a evitar que la drogaran más, como a los demás niños que hay aquí. En este lugar drogan a los niños para poder lavarles el cerebro fácilmente, de esa forma los pueden prostituir fácilmente. Un tal Pibechorro era quien se encarga de drogarlos, al igual que Eileen está a las órdenes de Jhalioc, el dueño de este orfanato. Con respecto a lo de salir de aquí… No será fácil, puesto que ya deben estar buscándonos a todos.
-Malnacidos, querían prostituir a Hina –dijo Lexa.
-Lucifer les romperá el orto por niñotraficantes –dijo Shadowns-. Por cierto Nahtg, supongo que ese tal Jhalioc era aquel que le dio órdenes a Eileen y a ese otro sujeto, el cual puede ser Pibechorro. Bueno, lo que quería preguntarte es: ¿sabes a qué se podría referir Jhalioc cuando dijo “allí estaré dándoles una pequeña función a mis pequeños” en una supuesta sala de teatro?.
-Vaya, parece que Jhalioc ya iniciará –respondió Nahtg-. Bien, si, la sala de teatro queda arriba de este lugar, atrás del salón con las escaleras. Si quieren saber a qué se refiere creo que sería divertido que fueran. Por cierto, ya me cansé de cargar a esta niña, creo que es de su interés así que pueden custodiarla, no objetaré.
Al decir esto Shadowns tomó a Hina y Nahtg salió por el otro extremo del laboratorio, por otras escaleras. Burn y los demás trataron de seguir también por ahí, pero Nahtg cerró la puerta y se atascó, tardaron mucho abriendo la puerta y cuando al fin lo lograron, Pibechorro los esperaba con un revolver en mano. Para terminar con su mala fortuna, Pibechorro, quien hablaba a manera de retrasado mental les dijo que voltearan a las otras escaleras para que vieran que estaban acorralados porque por las otras escaleras su amigo WeeGee ya los esperaba también con un arma.

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