viernes, 7 de enero de 2011

Burn y el extraño mundo de Orgas cap.25


Capítulo 25
"Alma inquieta"

A continuación s prosigue la plática que tuvo Burn con aquel chico llamado Jairo, aquel con el que se encontró en el bosque:
-. Y con respecto a lo de las personas que buscas –prosiguió Jairo-, si vi a un tipo de nariz pronunciada que buscaba a una niña el día de ayer. Cuando lo vi no tenía la información que ahora tengo. Al parecer por aquella dirección vive un enfermo mental, no recuerdo bien su nombre, era bastante parecido al mío, Jal… Demonios no recuerdo. Por lo que me han contado ese tipo secuestra gente, especialmente niños. De hecho yo también voy en busca de alguien, de un amigo llamado Beavis. Hace 2 días fuimos de putas y una de las prostitutas lo convenció de que fuera con ella a un lugar donde cumpliría todas sus fantasías, esa puta se llamaba Eileen, y cuando se marcharon se fueron en la misma dirección donde vive el enfermo mental. Si mis suposiciones son correctas esa puta llamada Eileen trabaja para aquel enfermo.
-Eres fresa y mereces ser sacrificado –dijo Burn.
-No puedes matarme –protestó Jairo.
-¿Eso crees? Jajajajaja –preguntó Burn con tono burlón.
-Bueno si puedes -dijo Burn-, pero no te conviene hacerlo. Yo sé cómo llegar a aquel lugar en donde seguramente están las personas que buscas.
-No me importa, puedo buscar sola –contestó Burn.
Entonces un repentino estornudo se escuchó de entre unos arbustos cercanos. Burn y Jairo se acercaron para averiguar quién andaba allí. ¡Vaya sorpresa! Era una niña quien les espiaba; para el martirio de Burn, era nada más y nada menos que Misa.
-¿Qué coño haces aquí tú? –preguntó Burn a Misa, pensando en que aquella sensación que tenía era porque Misa la siguió.
-Salí de casa y seguí unas curiosas marcas de tinta que iba encontrando –dijo Misa-. Después de avanzar guiándome de éstas, te alcancé y vi que era vos quien las ponía. Y pues así de simple decidí seguirte el resto del camino. Okya.
-Pues nada te costará seguir las marcas para regresar –respondió Burn un poco enojada-. Seguramente nadie sabe que estás acá. Sólo serás una persona más a la que buscarán.
-No quiero regresar y no me puedes obligar –dijo Misa con disgusto-. Allá es aburrido y no hay nada que hacer. Además, se supone que estoy dormida, no saben que no estoy en casa; mi madre nunca intenta despertarme cuando estoy dormida. Y para que veas que pienso en todo, en caso de que trataran de despertarme, dejé un nota en la que decía que te vine a acompañar ¡Vaya suerte que tuve al encontrarte! Okya.
-Bueno haz lo que quiera, si mueres no es mi culpa –dijo Burn.
-Okya.
Seguramente este inesperado encuentro con Misa hizo olvidar a Burn la pequeña discordia que tenía con Jairo, ya que, a los pocos momentos, Burn y Misa avanzaban guiadas por él en busca de la casa de aquel secuestrador.
Tras largas marchas y caminos desviados, dejando a su paso huellas de tinta azul rey, un calor poco frecuente en la naturaleza del bisque, Burn y compañía se toparon con el inicio de una endiente descendiente, directo a una area baja del bosque; un descenso tortuoso, espinado y rocoso.
A orillas de éste, pero unos cuantos metros al oeste de donde se encontraba Jairo y Burn, Misa encontró con cadáver humano, roído y con una destacable putrefacción en el cuerpo, carcomido de su vientre, con sus fauces abiertas que emanaban larvas cual si fuesen liquido derramado de rabia; sin embargo, aún parecía distinguible su rostro, con los ojos secos y con mirada fija hacia la tortuosa pendiente, directo a la tan buscada vivienda.

Al ver este cadáver, Burn no tuvo duda que ese carcomido cadáver, era el cuerpo de la temida persona que se encontraba en la habitación de Shadowns, la persona llamada Butters.
-Definitivamente esa es la vivienda que buscamos –dijo Jairo-. Tendremos que descender por la pendiente; no es muy inclinada pero con un paso en falso  podríamos sufrir heridas considerables.
-Tú ve primero –dijo Burn, si caes y mueres sabremos dónde no debemos pisar.
-Admiro la sinceridad de tus intenciones Burn –dijo Jairo-. Está bien, trataré de ir por delante.
-Okya, apuesto a que llego primero que ustedes hasta abajo –dijo Misa entusiastamente.

Sin ninguna espera, Misa se deslizaba, saltaba y corría con una presteza y ligereza que iiradiaba su juvenil energía; sin la mínima preocupación de caer. Burn prefirió seguir los pasos de Misa, puesto que los pasos de Jairo eran lentos y cansados; era más ventajoso seguir apresuradamente sin perder tiempo ni en observar el bello atardecer. Al terminar de bajar la pendiente, notaron la casa bastante peculiar; notaron más detalles qué no se podían apreciar desde lo alto debido a la obstrucción visual que los árboles daban. La casa era bastante grande, parecía estar diseñada para albergar a muchas personas de manera que todo parecía proporcionado. Estás suposiciones se confirmaron cuando Burn vio un letrero en el suelo. Éste decía “Orfanato CaBeT”. A las afueras del orfanato había columpios y juegos para niños. Sobre uno de dichos columpios reposaba sin ánimo una silueta, apenas delineada por la tenue luz del ocaso; Misa la observaba con la duda si lo que veía era un cadáver o una persona inconsciente. Llegando Burn a examinarla silueta, distinguió el vendaje que el cuerpo tenía en el brazo izquierdo, así como la vestimenta blanca de la persona; aunque no tan impecables como antes. Para quitarse la misma duda que Misa tenía, Burn cogió una ramita con la que prosiguió a averiguar si estaba con vida o no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario