Capítulo
24
"Impulsos
del corazón"
Darkcon
se impresionó y quedó pasmado; Neea, gritó y se volteó, no quería ver que pasaría.
Star inmediatamente reaccionó, debido a que estaba más cerca de Darkcon que de
la chica, empujó a Darkcon con ambas manos para evitar que él recibiera el
impacto del hacha dirigiéndose verticalmente y con mucha fuerza.
El
grito de Neea llamó la atención de Burn así que volteó. Lo que vio fue un corte
fugaz, sangre escurriendo, pánico en las miradas, una chica con rencor en su
rostro, un sacrificio… Una víctima errónea.
El
ataque no fue mortal, pero dio justamente en la muñeca izquierda de Star,
cortando su mano limpiamente, y, a su vez, el mango del hacha golpeó
fuertemente su antebrazo derecho. Star quedó inmóvil mientras veía su mano caer
y su sangre fluir lentamente. Después de presenciar aquel suceso, Darkcon,
sin pensarlo dos veces dirigió su enojo
hacia la agresora, un puñetazo rápido y sin titubear directamente en el rostro
de la chica, la cual, a pesar de caer por tal agresión no soltó el hacha. La
chica inmediatamente se puso en posición defensiva con el hacha, amenazando a
todo aquel que se le pudiese acercar. Darkcon estaba demasiado molesto y no iba
a dejarla tranquila hasta satisfacer su venganza. Mientras Neea aún seguía de
espaldas a todo el evento, Andrea ya había salido a socorrer y ayudar a regresar
a la casa a Star quien se veía agotada e inestable por su herida. Darkcon sacó
su revólver y le disparó en la mano izquierda a la chica. Inmediatamente
después charlaron lo siguiente:
-Ahora
tú tampoco tendrás tu mano, es más, no
tendrás ninguna- argumentó Darkcon.
-Maldita
sea, mátame de una vez imbécil –decía le chica gimiendo de dolor.
-¿Quién
demonios eres y por qué me atacaste?-preguntó Darkconi.
-No
te diré nada idiota –dijo la chica.
-
Deja de hacerte la valiente y responde zorra –dijo Darkcon e inmediatamente le
disparó en la otra mano a la chica, haciéndole soltar el hacha.
-¡Ah!
¡Maldito idiota! Está bien, te diré –dijo la chica mientras gritaba de dolor-.
Mi nombre es Gela y mis hermanas te odia Infernal, agrediste a Hade y a Vicky, mataste
a sus mascotas y aparte las asaltaste, te aborrezco maldito bastardo.
-Yo
no soy Infernal, estúpida –dijo Darkcon-.
Con
esta última frase, Darkcon acabó la conversación y le disparó Gela en la mandíbula
y en una pierna. Darkcon regresó a la casa para acompañar a su esposa y notó
que Neea ya había entrado también así que le dijo a Burn que no iba a poder
ayudarle a buscar a sus hijas ya que le es más importante cuidar a su esposa, a
lo que Burn simplemente le respondió: “Eres demasiado fresa”.
Cuando
Burn quedó a solas con la agonizante chica en las afueras de la casa, una vez
más apareció la persona enmascarada, con la misma máscara de seda roja de la
última ocasión.
-Presentía
que aparecerías nuevamente –dijo Burn.
-Vaya,
al parecer me estoy volviendo predecible –dijo Jausdjashd-. ¿Acaso no me
extrañabas?
-Te
amo –respondió Burn-. Eres tan genial, quiero que seas mi pareja.
-¿No
es gracioso cómo el corazón puede impulsarte a hacer acciones estúpidas? ¿No te
divierte los sentimientos sumamente sinceros y a la vez tan confusos?
-preguntaba Jausdjashd sin esperar respuesta-. Mira como actuaron todos sólo
siguiendo sus impulsos sentimentales; protección, ira, venganza, miedo. Tú no
eres una persona tan reactiva.
-Sigo
sin entender qué es lo que quieres –dijo Burn.
-Sólo
quiero ver las cosas divertidas que ocurren por aquí últimamente, no quiero
intervenir, sólo trato de ayudarte a ver las cosas que quizás veas pero no les
prestas demasiada atención, tal vez te sirva alguna vez. No te lo tomes demasiado personal de tu
parte, sólo es una forma en la que me divierto yo y creo que también te divierte
a ti en cierta manera.
-Tal
vez –dijo Burn-. Hagamos el amor.
-Me
tengo que marchar –dijo Jausdjashd-. Si me disculpas voy a encargarme de esta
chica que con sus gemidos agonizantes lo único que puede lograr es dar lástima.
Sabes que esta no es la última vez que nos veremos.
Al
decir esto, Jausdjashd tomó el hacha que había soltado la chica y la destazó rápidamente,
dejando por último la decapitación de la chica. Jausdjashdse marchó volviendo a
dejar el hacha junto al cadáver. Al perder de vista a Jausdjashd, Burn vio
partir a Darkcon y a Star a caballo por un lado de la casa, después de eso
entró a la misma. Adentró, Infernal le notificó a Burn que en el pequeño corral
donde estaban los caballos había encontrado el cadáver del chico de la gorra
roja, lo encontró empalado y desnudo, con múltiples cortadas en la piel, algunas
eran bastante profundas. Infernal le dijo a Burn que lo más probable es que lo
hayan matado en los momentos en que todos cayeron dormidos. Burn le dijo a
Infernal que iría en busca de sus nietas
sola, ya que él tenía que quedarse a cuidar la casa, a Andrea, Neea y Misa. Infernal le respondió que no había mucho
de qué preocuparse con respecto a la casa, ya que si cerraban bien no habría
posibilidad de que alguien entrara, además los ataques siempre son de noche y
en las afueras de la casa, nunca han intentado penetrar en ella, así que podría
dejar a Andrea y Neea cuidando de Misa. Aclarando esto Infernal decidió ir a
buscar en las partes del bosque que él ya conocía, así le sería más rápido
abarcar su búsqueda. Burn se dirigió al lado desconocido del bosque llevando
una brújula y un frasco de tinta qué tomó del cuarto de Shadowns, esto le
serviría para no perderse tan fácilmente. También llevaba algo de comida y el
cuchillo que había tomado de su cuarto.
Ya
era casi medio día, Burn sabía que al caer la noche le sería casi imposible
encontrar a alguien, así que hizo lo posible por acelerar sus pasos. Después de
varios minutos, Burn tenía la sensación de que alguien le seguía, pero no veía
ni escuchaba a nadie, era sólo un resentimiento. Al seguir en su camino
encontró a un joven, con ligeros síntomas de obesidad, no demasiado. Dicho
joven traía una bufanda, no parecía peligroso así que Burn se dirigió a charlar
con él.
-¿Has
visto a unas niñas o a un tipo de nariz pronunciada pasar por aquí, en estos últimos días? –preguntó Burn.
-Eres
algo maleducada señorita, primero sería bueno que nos presentáramos –dijo el
chico.
-Jajaja,
señorita, jajaja… Bueno ya, mi nombre es Burn –respondió con trabajo por la
risa que le provocó.
-Hmm,
creo que ya no eres señorita, bueno mi nombre es Jairo, a veces me llaman Lord,
pero ese nombre sólo lo uso cuando voy de putas –respondió el chico…
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